Osho | El Silencio del Buddha

Posted: May 4, 2016 at 1:44 am


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Nunca he sido espiritual en el sentido en el que t entiendes la palabra. Nunca he ido a los templos o a las iglesias, o ledo las escrituras, o seguido ciertas prcticas para encontrar la verdad, o adorado a Dios o rezado a Dios. se no ha sido en absoluto mi camino. Por eso, ciertamente puedes decir que no he estado haciendo nada espiritual. Pero para m, la espiritualidad tiene una connotacin completamente distinta. Necesita una individualidad honesta. No permite ningn tipo de dependencia. Crea una libertad para s misma, cueste lo que cueste. Nunca est en el grupo sino a solas, porque el grupo nunca ha encontrado ninguna verdad. La verdad se ha encontrado slo en la soledad de las personas.

Por eso mi espiritualidad tiene un significado distinto de tu idea de espiritualidad. Las historias de mi infancia, si las logras entender, sealarn todas esas cualidades de una forma u otra. Nadie las puede llamar espirituales. Yo las llamo espirituales porque considero que me han dado todo aquello a lo que un hombre puede aspirar.

Mientras ests escuchando las historias de mi infancia debes tratar de encontrar un tipo de cualidad; no slo la historia en s misma, sino una cualidad intrnseca que es el hilo conductor a travs de todos mis recuerdos. Y ese fino hilo es espiritual.

Para m, espiritual significa encontrarse a s mismo. Nunca le he permitido a nadie que haga ese trabajo por m, porque nadie puede hacer este trabajo por ti; lo tienes que hacer t mismo.

1931-1939:

KUCHWADA, MADHYA PRADESH, INDIA

Me estoy acordando de la aldea donde nac. Para empezar, es incomprensible por qu la existencia eligi esa aldea. Es como tena que ser. La aldea era preciosa. He viajado por todas partes, pero nunca he visto una belleza equiparable. Uno nunca vuelve a lo mismo. Las cosas vienen y van, pero nunca es lo mismo.

Puedo verla todava, una pequea aldea. Unas cuantas cabaas cerca de un estanque y los altos rboles donde sola jugar. En la aldea no haba escuela. Eso tiene mucha importancia porque, durante casi nueve aos, no recib educacin, y sos son los aos ms formativos. Despus de eso, aunque lo intenten, no te pueden educar. En cierto sentido todava sigo sin educar, aunque tenga muchos ttulos acadmicos, y no slo ttulos acadmicos, sino ttulo de maestro de primera clase. Cualquier necio puede hacerlo; tantos necios lo hacen cada ao que no tiene importancia. Lo importante es que durante mis primeros aos no recib educacin. No haba colegio, ni carretera, ni ferrocarril, ni oficina de correos. Qu bendicin! Esa pequea aldea era todo un mundo. Incluso en los perodos en que me encontraba lejos de aquella aldea, segu en ese mundo, sin educar.

Y aunque me he topado con millones de personas, las de aquel pueblo eran ms inocentes que ninguna, porque eran muy primitivas. No saban nada del mundo. A aquel pueblo no haba llegado ni un solo peridico. Ahora podis entender por qu no haba escuela, ni siquiera una escuela primaria Qu bendicin! Ningn nio moderno se lo puede permitir.

En el pasado haba nios que se casaban antes de los diez aos. Algunas veces los casaban incluso cuando todava estaban en el vientre de su madre. Dos amigos decidan: nuestras esposas estn embarazadas, de modo que si una tiene un nio y la otra una nia, el matrimonio est acordado, prometido. El hecho de preguntarles al nio y a la nia ni se plantea, ni siquiera han nacido! Pero si uno es un nio y la otra es una nia, el matrimonio queda acordado. Y la gente mantiene su palabra.

A mi propia madre la casaron cuando tena siete aos. Mi padre no tena ms de diez aos, y no tena idea de lo que estaba sucediendo. Yo le sola preguntar: Qu es lo que ms disfrutaste en tu boda?

l dijo: Montar en el caballo. Naturalmente! Por primera vez le haban vestido como a un rey, con un sable colgando del cinturn, iba montado en el caballo y todo el mundo iba caminando a su alrededor. Lo disfrut enormemente. Esto fue lo que ms disfrut de toda su boda. Y la luna de miel ni se planteaba. A dnde vas a mandar a un nio de diez aos y a una nia de siete aos de luna de miel? Por eso en la India nunca sola celebrarse la luna de miel y, en el pasado, tampoco en ningn otro lugar en el mundo,

Cuando mi padre tena diez aos y mi madre tena siete, mi abuela paterna muri. Despus de la boda, quizs uno o dos aos despus, toda la responsabilidad recay sobre mi madre, que tena slo siete aos. El padre de mi madre haba dejado dos hijas pequeas y dos hijos pequeos. De modo que eran cuatro nios, y la responsabilidad de ocuparse de ellos recay en una nia de nueve aos y el hijo de doce aos. A mi abuelo paterno nunca le gust vivir en la ciudad donde tena su tienda. Le gustaba el campo, y cuando su esposa muri qued totalmente libre. El gobierno sola dar tierras gratis a la gente, porque haba mucho terreno y no demasiada gente para cultivarlo. Por eso mi abuelo consigui 20 hectreas de tierra del gobierno y dej la tienda en manos de sus hijos -mi padre y mi madre, que tenan slo doce y nueve aos respectivamente. Disfrut creando una huerta, creando una granja, y le gustaba vivir all, al aire libre. Odiaba la ciudad

As que mi padre no tuvo ninguna experiencia de la libertad de la gente joven de hoy en da. Nunca fue un joven en este sentido. Antes de poder convertirse en un joven ya era mayor, ocupndose de sus hermanos y hermanas ms jvenes, y de la tienda. Y cuando tuvo veinte aos tuvo que arreglar los matrimonios de sus hermanas, y el matrimonio y la educacin de sus hermanos.

Nunca le llam a mi madre madre, porque antes de que yo naciera ella se ocupaba de cuatro nios que solan llamarla bhabhi. Bhabhi quiere decir la esposa del hermano. Y como haba cuatro nios que ya le llamaban a mi madre bhabhi, yo tambin empec a llamarla bhabhi. Lo aprend desde el principio, cuando otros cuatro nios ya le llamaban as.

Fui educado por mi abuelo y mi abuela maternos. Aquellos dos ancianos estaban solos y queran un nio que fuera la alegra de sus ltimos das. De modo que mi padre y mi madre accedieron: Yo era su hijo primognito, el primero recin nacido; me enviaron. []

No recuerdo haber nido ninguna relacin con la familia de mi padre en los primeros aos de ni infancia. Pas mis primeros aos con dos ancianos -mi abuelo y su viejo criado que era un hombre hermoso de verdad- y con mi anciana abuela. Esas tres personas con las que la distancia eral tan grande que yo estaba completamente slo. Aquellos ancianos no eran compaa, no podan ser compaa para m. Y no tena a nadie ms porque en aquella pequea aldea mi familia era la ms rica, y era una aldea tan pequea -en total no ms de doscientas personas- y tan pobre que mis abuelos no dejaban que me mezclara con los nios de la aldea. Estaban sucios, y por supuesto eran casi mendigos. De modo que no haba forma de tener amigos. Eso caus un gran impacto. En toda mi vida no he conocido a nadie que fuera mi amigo. Slo he tenido conocidos.

En aquellos primeros estaba tan solo que comenc a disfrutarlo, y es realmente una felicidad. De modo que para m no fue una calamidad, sino que demostr ser una bendicin. Comenc a disfrutarlo, y empec a sentirme autosuficiente; no dependa de nadie.

Nunca he estado interesado en los juegos por la sencilla razn que desde mi primera infancia no tena forma de jugar; no tena con quin hacerlo. Todava me puedo ver en aquellos primeros aos, simplemente sentado. Nuestra casa estaba en un lugar muy hermoso, justo enfrente de un lago. Durante kilmetros a lo lejos, el lago Y era tan hermoso y tan silencioso! Slo de vez en cuando se poda ver una fila de cigeas blancas volando, o llamando a su pareja, yla paz se vea alterada; por otra parte, era un lugar casi perfecto para la meditacin. Y cuando la llamada enamorada de un pjaro alteraba la paz despus de aquella llamada la paz se haca ms profunda.

El lago estaba lleno de flores de loto, y yo me sentaba durante horas tan feliz conmigo mismo, como si el mundo no importara: las flores de loto, las cigeas blancas, y el silencio

Y mis abuelos se dieron cuenta de una cosa: de que disfrutaba de mi soledad. Haban visto que no tena deseos de ir a la aldea y encontrarme o hablar con alguien. Incluso si ellos queran hablar mis respuestas eran s o no; tampoco estaba interesado en hablar. Se dieron cuenta de que disfrutaba de mi soledad y de que su obligacin sagrada era no molestarme.

Por eso durante siete aos continuamente nadie trat de corromper mi inocencia; no haba nadie. Aquellos tres ancianos que vivan en la casa, el criado y mis abuelos, trataron de todas las maneras posibles que nadie me molestase. De hecho, mientras creca, me comenc a sentir un poco avergonzado de que por mi causa no pudieran hablar, no pudieran ser normales como lo estodo el mundo. Sucede con los nios que les dices: Estate callado porque tu padre est pensando, tu abuelo est descansando. Estate callado, sintate en silencio. En mi infancia sucedi lo contrario. Ahora no puedo responder el por qu y ni cmo; simplemente sucedi. El mrito no me corresponde.

Aquellos tres ancianos estaban continuamente hacindose seales entre ellos: No le molestes, est disfrutando tanto .Y comenzaron a amar mi silencio.

El silencio tiene su vibracin; es contagioso, particularmente el silencio no impuesto de un nio, que no se debe a que le ests diciendo: Te pegar si molestas o haces ruido. No, eso no es silencio. Eso no crear la vibracin gozosa de la que estoy hablando, cuando un nio est en silencio l solo, disfrutando sin ninguna razn; su alegra no tiene causa. Eso crea grandes ondas a su alrededor.

Por eso no fue slo una coincidencia el que durante siete aos no me molestaran, nadie me rega para prepararme para el mundo de los negocios, la poltica, la diplomacia. Mis abuelos estaban ms interesados en dejarme tan natural como fuera posible; en especial mi abuela. Ella es una de las causas -estas pequeas cosas afectan a todos los patrones de tu vida-, ella es una de las causas de mi respeto por todo el mundo femenino. Era una mujer sencilla, sin educacin, pero inmensamente sensitiva. Ella dej claro a mi abuelo y a su criado: -Todos nosotros hemos vivido un cierto tipo de vida que no nos ha conducido a ningn lugar. Estamos ms vacos que nunca, y ahora la muerte se est cercando.

Ella insisti:

-Dejemos que este nio no sea influido por nosotros. Qu influencia podemos darle? Slo podemos hacerle como nosotros, y nosotros no somos nada. Dmosle la oportunidad de ser l mismo.

Mi abuelo -les escuchaba discutir cuando pensaban que yo estaba dormido- le sola decir:

-Me ests diciendo que haga esto y lo otro; pero l es hijo de otra persona, y ms pronto o ms tarde tendr que volver con sus padres. Qu dirn?, No le has enseado ningunos modales, ninguna etiqueta, es absolutamente salvaje.

Ella dijo:

-No te preocupes por eso. En todo el mundo todos son civilizados, tienen modales, etiqueta, pero, cul es el beneficio? T eres muy civilizado. Qu has conseguido con eso? Como mucho se enfadarn con nosotros. Y qu? Deja que se enfaden. No nos pueden hacer dao, y en ese momento el nio ser lo suficientemente fuerte para que no puedan cambiar el curso desu vida.

Le estoy inmensamente agradecido a esa anciana. Mi abuelo estaba preocupado una y otra vez de que ms de que ms pronto o ms tarde iba a ser el responsable:

-Me dirn, Te dejamos a nuestro hijo y t no le has enseado nada.

Mi abuela no consinti ni siquiera un tutor. Haba un hombre en la aldea que al menos poda ensearme los principios del lenguaje, matemticas, un poco de geografa. Estaba educado slo hasta el cuarto grado -el cuarto grado inferior, as se llamaba la educacin primaria en lndia- pero era la persona ms educada del pueblo. Mi abuelo lo intent:

-l puede venir y ensearte. Por lo menos conocer el alfabeto, algo de matemticas, de modo que cuando regrese con sus padres no dirn que ha desperdiciado siete aos por completo.

Pero mi abuela dijo:

-Djales que hagan lo que quieran despus de los siete aos. Durante siete aos l tiene que desarrollar su ser natural, y nosotros no vamos a interferir.

Y su argumento siempre era:

-T te sabes el alfabeto, y qu? Sabes matemticas, y qu? Has ganado un poco de dinero; quieres que l tambin que l gane tambin un poco de dinero y viva igual que t?

Eso era suficiente para tener callado al anciano. Qu hacer? Estaba metido en un lo porque no poda discutir, y saba que le haran responsable a l, no a ella, porque mi padre le preguntara:

-Qu has hecho?

Y de hecho hubiera ocurrido eso, pero afortunadamente l se muri antes de que mi padre pudiera preguntrselo.

Ms tarde mi padre siempre estaba diciendo:

-Ese viejo es el responsable, ha malcriado al nio.

Pero ahora yo ya era lo bastante fuerte, y se lo dej muy claro:

-Delante de m nunca digas ni una sola palabra en contra de mi abuelo materno. l ha evitado que me malcriaras; realmente ests enfadado por eso. Pero tienes otros hijos; malcralos a ellos. Y al final veremos quin es el malcriado.

l tuvo ms hijos, y siguieron llegando cada vez ms nios. Yo le sola tomar el pelo:

-Ten un hijo ms, ten una docena. Once hijos? La gente pregunta, Cuntos hijos? Once no parece correcto; una docena hace mejor impresin. -y aos ms tarde le sola decir:

-Sigues malcriando a tus hijos; yo soy salvaje, y seguir siendo salvaje.

-De alguna manera he permanecido fuera de las garras de la civilizacin.

Mi abuelo, el padre de mi madre, era un hombre generoso. Era pobre, pero rico en su generosidad. Le daba a todo el mundo todo lo que tena. Aprend de l el arte de dar; nunca le vi decir que no a ningn mendigo ni a nadie.

Al padre de mi madre le llamaba nana; esa es la forma de llamar al padre de tu madre en la India. A la madre de tu madre se le llama nani. Yo le sola preguntar a mi abuelo: Nana, dnde conseguiste una esposa tan bella?. Sus facciones no eran indias, pareca griega, y era una mujer fuerte, muy fuerte. Mi nana no tena ms de cincuenta aos cuando muri. Mi abuela vivi hasta los ochenta y todava estaba llena de salud. Ni siquiera entonces pens nadie que se fuera a morir. Yo le promet una cosa, que cuando ella se muriera vendra. Y sa fue mi ltima visita a la familia; muri en 1970. Tuve que cumplir mi promesa.

Durante mis primeros aos consider a mi nani; como mi madre; sos son los aos en los que uno crece. Mi propia madre lleg despus; yo ya haba crecido, ya estaba hecho a un cierto estilo. Y mi abuela me ayud inmensamente. Mi abuelo me quera, pero no pudo ayudarme demasiado. Era muy carioso, pero para poder ayudar hace falta ms; un cierto tipo de fuerza. Siempre estaba asustado de mi abuela. Estaba de alguna forma dominado por su mujer. Pero meam, me ayud, qu poda hacer yo si su mujer le tena dominado? El 99 % de los maridos lo estn, de modo que no importa.

OSHO -VISLUMBRES DE UNA INFANCIA DORADA-

Osho no es un filsofo. Sus palabras no son un intento de llenar nuestras mentes con ms conocimiento. Son un intento de empujamos hacia la experiencia directa de aquello-que-se encuentra-ms-all-de-las-palabras. Son un intento de empujarnos hacia nuestra propia evolucin interna.

El proceso evolutivo es el proceso de desarrollo de la conciencia. Los rboles son ms conscientes que las rocas; los animales son ms conscientes que los rboles; el hombre es ms consciente que los animales; los Budas son ms conscientes que el hombre. La cualidad del Buda, la conciencia del Cristo y la iluminacin apuntan a lo mismo; el florecimiento de la conciencia total. La materia es totalmente inconsciente; un Buda es totalmente consciente. El hombre se encuentra en algn punto intermedio: ni en un extremo ni en el otro. Vive en un estado de limbo. Ya no es un animal, pero an no es un dios. Ya no lo que fue y no an aquello en lo cual se puede transformar.

La evolucin inconsciente finaliza al aparecer el hombre, nos dice Osho, y la evolucin consciente comienza. Pero la evolucin consciente no comienza necesariamente con cada hombre en particular. Comienza slo si eliges que as sea.

La vida significa movimiento. Es imposible permanecer donde estamos. O evolucionamos hacia un nivel de conciencia ms elevado o bien retrocedemos. Nosotros elegimos. No podemos no-elegir. Aun el no elegir representa una sutil eleccin. La mayora de las personas busca el olvido: un regreso a la inconciencia. Con ese objetivo, se valen del alcohol y las drogas, del trabajo, del sexo, de la estimulacin sensorial. Slo unos pocos deciden emprender el camino hacia un nivel de conciencia ms elevado.

Osho toma el relevo all donde la psicologa occidental se detiene. Va ms all de Freud, ms all de Jung, ms all de las nuevas comprensiones del movimiento del potencial humano. Si la psicologa de Freud es una psicologa de la patologa y la psicologa de Maslow es una psicologa del nombre sano, la psicologa de Osho es una psicologa de la iluminacin, de la cualidad del Buda. Osho no es slo un maestro iluminado; es tambin un maestro de psicologa. El remueve los estratos de nuestro ser revelando las profundidades que permanecen escondidas en nuestro interior. Comienza desde lo fsico y avanza paso a paso hacia lo trascendental. Comienza desde lo conocido y avanza hacia lo incognoscible. Comienza desde donde nos encontramos ahora, y nos lleva a donde podemos llegar. En el Oriente, nos dice, no es cuestin de psicologa; es cuestin de ser. No es cuestin de salud mental. Ms bien es cuestin de crecimiento espiritual. No es cuestin de lo que haces, sino de lo que eres.

De lo que Osho habla en estos discursos es, nada menos, de la creacin de un hombre nuevo. Todo su esfuerzo se centra en crear un clima en el cual la cualidad del Buda pueda comenzar a florecer. Para que eso ocurra, nos dice, debemos aceptar al hombre en su totalidad. No debemos negar ni lo racional ni lo irracional; ni el intelecto ni las emociones; ni lo cientfico ni lo religioso. El hombre debe seguir fluyendo, debe ser capaz de movilizarse de un polo al otro. La mente debe ser entrenada de un modo lgico y racional, nos dice, pero, simultneamente, debe tambin ser entrenada en la meditacin irracional (no racional). La razn debe ser entrenada al mismo tiempo que las emociones. La duda debe estar ah, pero tambin la fe No evoluciona ni el que ha negado lo irracional ni el que ha negado lo racional. No puedes crecer, a menos que crezcas en forma total.

Osho no es un filsofo. Sus palabras no son un intento de llenar nuestras mentes con ms conocimiento. Son un intento de empujarnos hacia la experiencia directa de aquello-que-se encuentra-ms-all-de-las-palabras. Son un intento de empujarnos hacia nuestra propia evolucin interna. Hacia la realizacin ltima de nuestro potencial. El potencial de nuestra semilla.

Ma Satya Bharti

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